Las imágenes se exponen en el Mercat Municipal.
La Asociació de Veïns del Poble Nou de Benitatxell continúa rescatando la memoria del municipio. Su presidenta Pura Bolufer, que es historiadora, ha recopilado fotos antiguas de un rito que se repite año tras año, el de la primera comunión. Ahora esas imágenes se exponen en el Mercat Municipal. La más antigua data de 1877 y es de la niña Ana María Llobell Buigues. La muestra recorre la evolución de las primeras comuniones hasta 1949. "Hemos querido parar en ese año, pero tenemos muchas más fotos de después que ya expondremos. Es un material muy interesante", indicó ayer Pura en la inauguración de la muestra. Al acto, asistieron el concejal de Cultura, Jorge Pascual, y varios vecinos cuyas fotografías de primera comunión forman parte de la exposición. Emilia Pascual Pastor, de 96 años, posó junto al retrato que le hicieron en 1929. Para muchos de estos vecinos, esa fotografía fue la primera que le tomaron en su vida. Muchas de ellas las firma Marsal, de Dénia, entonces el gran retratista de la Marina Alta.
Emilia recordó que los niños no podían comer nada desde la noche anterior hasta que tomaban el sacramento. Su madre temía que le diera un desmayo y le dio chocolate. "Pero me sentó mal y me puse enferma. No pude comulgar ese día y luego también pasé la escarlatina. No comulgue hasta un mes después".
Entre las fotos de primeras comuniones, están las del actual párroco Guillermo Gilabert (la tomó en 1948), la de Juan Gilabert Devesa (comulgó en 1947) o la de Joaquín Pastor (comulgo en 1945). Este último recordó que aquel día de hace ya 63 años llegó con más de una hora de antelación a la iglesia. "Vivía a un kilómetro y no quería por nada del mundo llegar tarde. Estaba muy nervioso".
La muestra repasa la evolución de este rito católico. Sorprenden las fotografías de niñas y niños vestidos de negro para tomar la comunión. Guardaban luto por la muerte reciente de un familiar. El concejal de Cultura, Jorge Pascual, ha destacado la gran labor de recuperación de la memoria colectiva que realiza la Asociació de Veïns. "Estas exposiciones hacen memoria y pueblo. Es un placer escuchar cómo, al contemplar estas fotografías, los vecinos evocan aquel día de su infancia. La sociedad ha cambiado mucho. Y esta exposición tiene también una vertiente educativa.
Los niños de ahora que la visiten se sorprenderán de la sobriedad de aquellas comuniones de antaño y de lo diferentes que eran los regalos".